Un website se puede crear y optimizar para el posicionamiento SEO, pero uno de los aspectos más importantes que no siempre se cuida es el de los errores de desarrollo. Estos errores son en buena medida inevitables, teniendo en cuenta que la monitorización exigida para prevenirlos supondría más recursos que la solución aplicada.
Por suerte, la monitorización también informa al momento en que suceda cualquier error. Este factor sí es uno de los que entran en la responsabilidad de los profesionales del posicionamiento SEO.
Creación de páginas 404
Las páginas 404 deben optimizarse al máximo para que cuando el usuario aterrice en ellas, no se convierta en una pérdida de visita. Sin embargo, evitarlas es casi imposible dado que se generan en la escritura de una url mal escrita.
Esto, sin embargo, no impide que podamos identificar las páginas 404 más recurrentes y actuemos sobre ellas. Suele suceder en urls muy generalistas o en enlaces entrantes erróneos. En la mayoría de los casos crear una redirección o una página optimizada para SEO en esa búsqueda soluciona el problema e, incluso, puede mejorar nuestro posicionamiento SEO.
Imágenes rotas
Es difícil tener hoy en día imágenes rotas, aunque en websites muy grandes o que dependan de servicios externos puede provocarse la pérdida del archivo o una simple modificación del nombre. Esto desemboca en una imagen rota, es decir, un recurso gráfico que muestra un error.
La experiencia del usuario es negativa, por no hablar de imágenes que son explicativas y que, en estos casos, supondrán la decepción del usuario. En el mejor de los casos generará un rebote recortando así el tiempo de la visita, pero la situación puede agravarse hasta generar una mala reputación online y un descenso de las visitas consecutivo.
Vídeos que no funcionan
Los vídeos conforman el elemento multimedia más atractivo y funcional de todos los existentes. Sin embargo, subirlo al propio servidor supone un consumo de espacio considerable.
Por esa razón en muchos casos se opta por un embebido de otros sitios (Vimeo, YouTube, etc.). Conseguimos con ello menor peso en la web, pero perdemos el control sobre el vídeo.
Estos sitios tienen una gran mutabilidad, a veces se borran los vídeos, se bloquean o incluso los perfiles que los suben desaparecen, con todos los archivos vinculados. En consecuencia, el vídeo no aparece en la página y el efecto es mayor que en el caso de una imagen rota. Por esa razón, los factores de riesgo con respecto al posicionamiento SEO son aún mayores con los vídeos.
Si optamos por un servidor propio o un canal de vídeos que gestionemos, conseguiremos mayor control y si restablecemos la url de los vídeos perdidos, subsanaremos cualquier error.