El posicionamiento SEO con fines empresariales tiene ya unos años. De hecho, parece de vértigo analizar la rápida evolución que han protagonizado los algoritmos de los buscadores, en principal sentido Google, para intentar “profesionalizar” este tipo de marketing online y evitar las trampas, fraudes o sobreoptimizaciones innecesarias.
Repasamos en el presente artículo algunos de los elementos más comunes en el posicionamiento SEO del pasado, que hoy pueden parecer impensables, pero que todavía hay estrategias que los aplican. También te contamos por qué deberías evitar utilizarlos.
Música en la web
Era un recurso muy utilizado a principio de siglo. Deriva de la evolución de MySpace, el germen de lo que posteriormente podría ser una red social. Estas páginas personales podían optimizarse con varios elementos, siendo el de la música uno de los más frecuentes.
Esto motivó que en la construcción de páginas web se aplicara el mismo recurso, considerando que sería un acompañamiento agradable, dado que los recursos gráficos o multimedia eran limitados en aquella época.
Hoy en día, además de tener un efecto molesto en muchos casos, también supone una carga excesiva de la web, lo que puede afectar a nuestro posicionamiento SEO.
Granja de enlaces en el footer
Con el paso del tiempo se identificó la ventaja que tenía ser enlazados por otras páginas web. Esto motivó la creación continua de páginas, que se entrelazaban entre sí, siempre por el mismo término y de forma recíproca.
El resultado pasaba a ser un footer (donde se colocaban normalmente), con decenas de enlaces activos, que finalmente tuvo que penalizarse por los buscadores. Hoy en día se recomienda limitar esta zona de la web exclusivamente a páginas internas legales, porque la normativa imperante lo aconseja o lo obliga según cada caso.
Además, los enlaces obtenidos deben ser naturales y un enlace recíproco debe responder a un interés mutuo profesional, no solo a términos SEO.
Cientos de palabras clave de forma no natural
De la misma forma que se plasmó la importancia de obtener enlaces, mucho antes ya se confirmó la utilidad de las palabras clave. Las meta keywords comenzaron a aglutinar decenas y hasta cientos de términos.
Luego se repetían en el contenido de la página, de forma no natural, como bloques de palabras clave una y otra vez, con el fin de incrementar su fuerza de posicionamiento SEO.
Esto fue así hasta que surgió el concepto de densidad de keywords. Este valor indica que la cantidad de palabras clave debe ser coherente con la cantidad de texto incluido, en una equivalencia de 1 a 10 o incluso menor. Más tarde también se implantaría la necesidad de poner las palabras clave de forma completamente natural.