Pudiera pensarse que una visita a la web es siempre algo positivo y, cuantas más visitas se obtengan, mucho mejor. Sin embargo, las visitas obtenidas por un posicionamiento SEO erróneo, como mínimo son infructuosas la mayor parte de las veces. En otras ocasiones pueden incluso ser perjudiciales.
Qué es el posicionamiento SEO erróneo
El posicionamiento SEO erróneo es la obtención de un posicionamiento prioritario en búsquedas relacionadas por usuarios, que no tienen relación con los intereses profesionales de la empresa, en el caso de que nos limitemos a identificarlo dentro del ámbito profesional.
En teoría el posicionamiento SEO erróneo no debería existir. Una página se optimiza por términos potencialmente interesantes para la compañía, por lo que ningún otro término puede convertirse en una puerta de entrada a la web.
En la práctica esto no es así. Por descontado puede darse un error humano y realizar una optimización incorrecta, pero no solo este es el motivo de que suceda esta situación.
Sucede con frecuencia, que al intentar optimizar una página web, términos no relacionados con el negocio aparezcan con más densidad de lo que inicialmente pensábamos. En mercados no competidos, estas keywords pueden convertirse en términos optimizados para el website, ofreciendo así un buen posicionamiento SEO.
También se puede dar el caso de un cambio en el negocio, que no plantee la redirección o modificación de términos que ya no son interesantes, pero que con el tiempo sí obtienen un posicionamiento prioritario.
Peligros del posicionamiento SEO erróneo
Si nuestro website obtiene posicionamiento SEO erróneo y muchos usuarios entran en el mismo buscando algo diferente a lo que ofrece nuestra empresa, no hay muchas posibilidades de que estos usuarios se conviertan en clientes.
Muchas veces, estas visitas inesperadas se convierten en rebotes por regreso al buscador, lo que teóricamente debería hacernos perder posicionamiento por esos mismos términos.
Sin embargo, el peligro es aún mayor en otras ocasiones. Si la visita resulta negativa para los usuarios, su reacción es imposible de prever. Puede que hayamos eliminado la página de un producto no existente, pero que el posicionamiento se mantenga. Sin una redirección apropiada estaríamos presentando un número creciente de 404.
Si, por otro lado, el usuario no es informado de que esos productos y servicios no son ofrecidos por la empresa, puede derivar a una consulta directa o desde otros medios como el teléfono o las redes sociales. Esto implicará una dedicación completamente infructuosa para resolver las dudas de un usuario que en realidad busca algo que no se ofrece por la empresa.
Finalmente, una experiencia negativa en usuarios que creían haber encontrado la respuesta a sus búsquedas, puede motivar incluso una reseña negativa, que afecte a la imagen de la empresa o a su posicionamiento en determinados entornos digitales como tiendas de apps o redes sociales.