Las landing pages siempre han ofrecido una ventaja importante en el posicionamiento SEO. Son “páginas de aterrizaje” que podemos optimizar a nuestro antojo, para estrategias agresivas de indexación.
Sin embargo, las landing también tiene sus riesgos, sobre todo en lo relativo a nuestra web oficial. Repasamos a continuación qué riesgos son estos y cómo debemos afrontarlos para que no nos perjudiquen.
Competencia directa en el posicionamiento
La teoría general es que si tanto la landing como el website se posicionan, independientemente de cuál esté primero, va a ser beneficioso para la empresa.
En la práctica, sin embargo, no siempre es así, sobre todo en landings periódicas. Estas páginas son aquellas que tienen una duración limitada, ya sea por una promoción, oferta o por un evento concreto.
Con el paso del tiempo, la indexación por palabras clave de esta landing quita visitas potenciales a la web oficial, perdiendo con ello sus probabilidades de conversiones.
En estos casos el redireccionamiento o la desindexación son las mejores opciones que pueden escogerse.
Contenido duplicado
Debemos tener mucho cuidado en la optimización de la landing. Si caemos en el contenido duplicado entre ella y nuestra web oficial, es posible que Google aplique una penalización.
Si lo hace sobre la landing page, el esfuerzo no habrá valido la pena y esta no se posicionará lo suficientemente bien como para ser rentable.
Por otro lado, tenemos el riesgo de que la penalización caiga sobre nuestra web oficial, con mayores consecuencias ya que es en ella en la que nos basamos principalmente para nuestro negocio.
Obviamente este riesgo lo evitamos utilizando contenido original, que no suponga ninguna penalización ni duplique lo de los dos sites.
Confusión de branding
No es una consecuencia directa de SEO, pero sí se basa en ella y, en cualquier caso, supone un riesgo para la rentabilidad de nuestro negocio.
Si no optimizamos bien la landing y variamos excesivamente el diseño, sin identificar bien la marca, podemos ocasionar una confusión de branding.
El usuario, ante esta situación, confunde los dos resultados como si fuesen de empresas distintas, lo que puede provocar consecuencias negativas en términos de ventas y conversiones.
La landing no cuenta con la solidez de un website corporativo y este no tiene el posicionamiento óptimo, en consecuencia el usuario se va a la competencia para encontrar lo que busca y descarta nuestros resultados, por falta de confianza.