Cuando tenemos que afrontar el cambio de un dominio, uno de los retos más importantes es mantener el posicionamiento SEO ganado, ya sea para las mismas palabras clave objetivo o bien para otras nuevas.
Te indicamos a continuación pautas a seguir ante esta importante estrategia, con la que no perder posicionamiento SEO, incluso ante un cambio de dominio de una web muy grande.
Equivalencia de redireccionamientos
Antes de empezar ninguna acción, realiza un listado de todas las urls existentes. Si conoces las que se van a crear o, como mínimo, la fórmula de construcción de dominio con carpetas y/o identificadores, crea una tabla de equivalencia.
Hay muchos programas que pueden servirte para ello, lo importante es que, tanto de forma automática como manual, pueda crearse esta relación.
De esta forma, no perdemos ningún posicionamiento alcanzado, ya que indicamos mediante 301 a nuestros usuarios que el contenido, sencillamente, está en otra dirección distinta a la que les redirigimos. Se lo indicamos a ellos y, por descontado, también al robot de Google.
Actualiza linkbuilding
La estrategia de linkbuilding es costosa y dedicada, por lo que perderla ahora es realmente un contratiempo que nos afecta de manera grave.
Incluso manteniendo las urls por redireccionamiento, es muy probable que perdamos descriptions, que tengamos que cambiar anchors, etc.
Por estos motivos, se recomienda una estrategia de actualización de linkbuilding, que pasa tanto por el contacto directo de los administradores de websites externas, como también por la gestión directa de herramientas online, que nos permitan dicha edición.
Modificación de branding en redes sociales
En los últimos años, el SEO y las redes sociales están muy unidos a nivel de branding. Buscar la marca de una empresa o producto implica no solo encontrar sus webs oficiales, sino también los resultados propios de redes sociales.
¿Qué sucede si cambiamos el nombre? El problema es que la gestión de redireccionamientos en redes sociales no depende de nosotros y no tenemos tanto control.
Por tanto, tenemos varias opciones para ello, dependiendo también del cambio de naming que vayamos a afrontar.
Si mantenemos el mismo nombre, podemos mantener las redes sociales, una ventaja que solo requerirá actualización de diseño de los perfiles y páginas a la nueva web.
Si mantenemos el nombre solo en parte, tenemos el reto de posicionar el nuevo naming y enfatizar el branding para que el anterior se vaya buscando cada vez menos.
En redes sociales debemos solicitar la integración cuando sea posible y notificar a los usuarios el cambio. En ocasiones se baraja la superposición de dos perfiles hasta que se consigan los mismos seguidores.
Por último, si cambiamos completamente el nombre, no deberíamos tener problema en conseguir un posicionamiento por redes sociales, pero debemos buscar estrategias con las que aprovechar lo alcanzado con el trabajo realizado hasta ahora en perfiles antiguos.