Puede parecer que el posicionamiento SEO es imprescindible actualmente para un comercio online. Así es en la mayoría de los casos, casi podría decirse que en el 99%. Pero no lo es de forma completa, hay ocasiones en las que un desarrollo web puede obviar completamente el posicionamiento orgánico, sin perjuicio de su beneficio comercial.
Empresas que no dependen del posicionamiento orgánico
Hay que dejar claro que en la mayoría de estos casos hablamos de empresas B2B, relaciones interempresariales que dejan fuera al cliente final para comerciantes o locales que, si bien pueden formar parte de la operación, no tienen por qué preocuparse en ciertas fases del negocio sobre este aspecto.
Por ejemplo, hablamos de proveedores para tiendas de comercio electrónico, de fabricantes de productos que luego son vendidos en locales comerciales o desarrolladores que dirigen su producto a profesionales de un sector, para su posterior aprovechamiento o rentabilización.
En la mayoría de estos casos, no está disponible la tienda online o el catálogo de productos, salvo que se cuente con un nombre de usuario y contraseña.
Este bloqueo hace inservible un posicionamiento orgánico porque el robot de búsqueda no podría acceder ni ofrecer de forma pública el contenido.
¿Qué estrategia online deben abordar estos negocios?
El hecho de no preocuparse por el posicionamiento SEO no implica que no sea necesaria la inversión en una estrategia digital.
En primer lugar todo el esfuerzo debe centrarse en la usabilidad del catálogo online, con el fin de que las empresas que van a consultarlo y realizar sus compras (esto ya puede ser online o no), lo tengan lo más fácil, accesible e intuitivo posible.
Por ese motivo, las empresas en esta situación, deben esforzarse en el factor de usabilidad.
Pero también en el SEO de forma promocional. Es decir, creando una web mínimamente amigable, aunque no posicione resultados frente a la competencia.
El sentido de esta estrategia reside en la promoción hacia el cliente final. Si bien estas empresas B2B venden a comerciantes normalmente, estos solo comprarán los productos que mayor salida comercial ofrezcan.
Por ello, no es superfluo invertir en una página mínimamente atractiva, en la que se pueda plasmar los beneficios de los productos de la marca. Con ello hacemos un trabajo de branding que posteriormente se trasladará a los comercios que vendan nuestro producto y, por extensión, supondrá más ventas para nosotros, cuando los comerciantes acudan en busca de nuevos lotes de producto, dado lo bien que se vende.
No es necesario posicionar resultados, pero sí ofrecer una imagen atractiva, funcional y promocional, con la que nuestra marca se asiente también entre los compradores finales.