Llega el momento para casi todas las empresas en que el presupuesto de marketing o publicidad es ajustado, por lo que hay que priorizar estrategias promocionales. Quizás se necesite cierta parte del presupuesto para invertir en otros proyectos también publicitarios que, a la larga, nos darán más beneficios. Sin embargo en este momento, hay que sacrificar algún objetivo.
Uno de los errores más frecuentes de las empresas es considerar que haber conseguido un resultado favorable en posicionamiento SEO da el trabajo por terminado y, por tanto, es posible prescindir de este servicio.
En realidad, la estrategia publicitaria online marca todo lo contrario. El posicionamiento SEO está pensado para mantener resultados a largo plazo, con el fin de minimizar los costes por publicidad directa, por ejemplo, con las estrategias basadas en SEM (Search Engine Marketing).
Una inversión descendente en SEM
La situación ideal y recomendable es partir de un presupuesto que abarque todas las estrategias posibles e ir aumentándolo conforme acompañan los beneficios. Al no ser así o decidir invertir parte de ese presupuesto, la publicidad directa debe ser el primer objetivo del que se prescinde si se han conseguido buenos resultados en posicionamiento SEO.
La publicidad en Google Adwords y en otros soportes digitales es inmediata. Es decir que podremos activarla y desactivarla siempre que queramos (salvo que establezcamos otros acuerdos).
Su beneficio es directo, pero también su pérdida. Si dejamos de invertir reducimos presupuesto, pero no podremos beneficiarnos de esta publicidad. Por eso es tan importante el posicionamiento SEO.
El denominado “posicionamiento orgánico” puede mantenernos en una primera posición sin tener que pagar adicionalmente por cada visita que consigamos. Por tanto, podemos afrontar una inversión descendente en SEM conforme obtengamos los resultados SEO que necesitemos.
El carácter imprescindible del SEO
Sin embargo, prescindir del posicionamiento SEO implica un doble riesgo. En primer lugar, podemos perder todo lo conseguido hasta el momento. Seguro que la competencia no se queda quieta cuando le superemos en resultados y, aunque nos mantengamos en la primera posición, esto no descarta que sigan realizando acciones, buscando desbancarnos de ella lo antes posible.
En segundo lugar, si perdemos alguno de los resultados obtenidos, luego va a ser más difícil recuperarlos. Los rivales en Internet aprenden rápidamente. Sus puntos flacos se convertirán en sus mejores bazas para evitar que les volvamos a superar. Puede que la consecuencia sea ya irreversible.
De todos los presupuestos, el de posicionamiento SEO se recomienda mantener de forma constante. Quizás con nuevos objetivos, con un sencillo mantenimiento de posiciones o con una mejora estructural que permita agrandar nuestra presencia online. Pero nunca debemos descartarlo por haber conseguido alguno de los objetivos planteados.