La posibilidad de consultar una página web en cualquier dispositivo ha fomentado el interés de los responsables de las mismas para que puedan ser accesibles desde móviles, tablets y cualquier elemento electrónico con pantalla, de la mejor forma posible.
Sin embargo no sólo en cuanto a visitas es recomendable que una web pueda consultarse desde cualquier lugar y en todo momento, sino que también es un factor de posicionamiento SEO muy importante.
Al principio, las webs tradicionales comenzaron a desarrollar la denominada web móvil. Se trataba de una versión reducida (gráficamente y en contenidos) con respecto a la web tradicional que, además, se enlazaba como opción para poder ser visualizada desde una pequeña pantalla.
Posteriormente se consideró más apropiado adaptar la web a cualquier dispositivo, esto es, hacer un diseño de web responsive de forma que todos los elementos pudieran verse de forma proporcional y usable en una tablet, en un móvil, en un pequeño portátil o en la pantalla más grande del mercado.
Ahora bien, no es lo mismo tener una web responsive que una web móvil, sobre todo en lo que respecta a posicionamiento SEO. La web responsive efectivamente adaptará los elementos a una menor resolución, pero en muchas ocasiones esto puede provocar que ciertos elementos estén demasiado juntos.
Análisis realizados por herramientas de Google para desarrolladores identifican este factor como un problema, dado que afecta directamente a la usabilidad web, lo que se traduce en rebotes de visitas, tiempo no útil en la página y, en definitiva, una mala experiencia del usuario que a la larga supone una reducción de visitas constante o, como mínimo, de páginas vistas.
La web móvil, sin embargo, cuenta con ciertas limitaciones como un peso mayor en la estructura corriente de una página web, con menos contenido que consultar y, por tanto, una visita más fugaz del usuario.
¿Entonces cuál es la recomendación?
Para el desarrollo web en la actualidad se recomienda una web responsive, por su capacidad de adaptación y gestión dinámica. Sin embargo, para los dispositivos móviles, aunque esté disponible la web responsive, se está cada vez más sustituyendo la web móvil por apps para móvil, con las que consultar el contenido deseado (o interactuar con él).
De esta manera, la empresa ya puede competir en dos enfoques diferentes, por un lado en el posicionamiento SEO de la página web por la navegación que se realice tanto en ordenadores de sobremesa como en dispositivos móviles y, por otro lado, compite además en el cada vez más interesante mercado de aplicaciones, cuyas reglas son algo distintas pero que siempre requieren como mínimo contar con una app competitiva.