El posicionamiento SEO tiene como consecuencia más evidente la visita de los usuarios al espacio digital al que lo queremos dirigir y por el que trabajamos toda la estrategia.
En muchas ocasiones, la visita representa el ROI (Retorno de la Inversión) que estamos buscando o, como mínimo, el primer paso hacia su consecución.
Por ejemplo, si el ROI es vender un producto, la visita a nuestra tienda online es prácticamente imprescindible. Ahora bien, la visita a la Home no entrará dentro de los objetivos que tenemos, por lo que debe ser secundario para nosotros.
Pero si el ROI no es únicamente la visita en sí, puede que el posicionamiento SEO no sea la única estrategia para alcanzarlo. Es más, puede que el SEO no sea en lo que tenga que basarse nuestra estrategia, si queremos de verdad tener el éxito deseado.
SEM y ROI suelen llevarse mejor
En venta online y otros objetivos, el posicionamiento SEO tiene muchos obstáculos para conseguir un ROI óptimo, sobre todo si nos interesa vender el 100% de nuestros productos.
Normalmente los recursos necesarios, en un sector de competencia media, son demasiado altos para poder obtener un balance positivo rápido y eficiente.
Por tanto, muchas tiendas online se vuelcan inicialmente en el SEM y mantienen su estrategia durante toda su vida, mientras el SEO va ofreciendo resultados puntuales.
El SEM tiene la ventaja de que con una buena optimización, permite obtener el ROI ideal casi al instante de la publicación, con anuncios patrocinados que pueden salir en por encima de los resultados de búsqueda orgánicos.
Un influencer vende más que un canal de vídeos
Posicionarse en YouTube requiere un enorme esfuerzo. Crear un canal de vídeos, crear los vídeos, subirlos, posicionarlos y viralizarlos exige recursos muy por encima de muchas otras estrategias.
Una de las que mejores resultados puede ofrecer es la de contratar la campaña a un influencer. Una publicación de estas “personalidades” en cualquier red social de vídeos, puede suponer un catalizador incomparable para nuestros productos, consiguiendo con ello un ROI muy por encima de una estrategia propia.
La comparación de recursos que consume cada estrategia y, sobre todo, el tiempo que se tarda en obtener resultados óptimos, presenta muchas veces como preferente a otro tipo de campañas en lugar del posicionamiento SEO.
Esto no excluye, por descontado, que el SEO se mantenga en nuestras acciones, ya que a largo plazo puede ser lo que mejores resultados nos ofrezca, sin necesidad de un gasto presupuestario constante.