Hay un factor de monitorización de la web que a menudo se deja en segundo plano o no se le presta la atención necesaria. Se trata de los errores de rastreo, aquellos errores producidos cuando el buscador ha detectado que un usuario no ha llegado al enlace que quería visitar, algo que puede producirse por determinados factores.
Uno de los factores más graves en los errores de rastreo es el relativo al error de servidor, cuando un servidor se ha caído y el acceso al enlace (y probablemente al resto de la web) ha sido completamente imposible.
Cuando son caídas puntuales poco o nada puede hacerse. Sin embargo, cuando se trata de errores continuados es preciso ver cuándo se están produciendo y si se ha establecido alguna pauta de solución para el problema, normalmente en conversaciones con los responsables del hosting o de sistemas.
Aún así, la pérdida continua de usuarios no viene motivada exclusivamente por este tipo de errores de rastreo, sino más bien por los 404, páginas no encontradas que pueden presentarse en base a 2 motivos.
El primero de ellos es el más común, el hecho de que una página ya no existe o su contenido ha sido volcado en otra dirección distinta. Hay que tener en cuenta que cualquier enlace hacia dicha url que ya no existe generará un error 404 y, si esto se provoca en base a una búsqueda de palabras clave, significa que el posicionamiento por este término irá en declive al no presentar contenido alguno cuando el usuario pulsa en el resultado del buscador.
De este modo la medida más recomendada para solucionar el problema es asignando una redirección 301 que establezca que el contenido de dicha página se encuentra ahora en otra dirección web donde en realidad deben llegar nuestros usuarios, de forma que no perderemos posicionamiento en base a los términos por los que aparecía.
Otra de las situaciones comunes en este sentido es la de enlaces entrantes mal escritos, normalmente por terceros agentes. En estos casos muchos administradores argumentan que al ser un enlace erróneo no se puede hacer nada, sin embargo, se pierde así la oportunidad de conseguir tráfico potencial que en lugar de llegar a una página 404 podemos dirigir hacia contenido útil y así convertir en visitas recurrentes que estén atraídas por nuestro contenido.
Para ello podemos crear una redirección que indique que la url mal escrita derive a una url correcta o, al menos, neutra, en la que los usuarios tendrán una mejor experiencia en nuestra web.