El Thin Content podría traducirse como “contenido pobre” y, en el ámbito del posicionamiento SEO es aquél contenido que llega a los mínimos de calidad exigidos por Google para obtener un buen posicionamiento en los resultados de búsqueda.
Cómo afecta el Thin Content al posicionamiento SEO
En el mejor de los casos, el Thin Content implica una mala posición en el buscador, pero lamentablemente no es la única consecuencia que podemos sufrir.
Algo que es más frecuente, consiste en la no aparición del contenido por la palabra clave relacionada o, directamente, la no indexación del contenido. Este último caso puede responder a una penalización del buscador o bien a una resolución por identificar que el contenido no tiene suficiente calidad. Es complicado, para estas urls, conseguir finalmente aparecer en los resultados de búsqueda y recuperar posiciones.
En última instancia, el buscador puede penalizar un website al completo o alguna de sus secciones interiores que incluyan esta url con contenido pobre. Es el peor de los casos e implica un descenso generalizado en los resultados de búsqueda, incluso para aquellas páginas que originalmente contaban con una mayor ventaja.
Qué puede ser identificado como Thin Content
Ante estos peligros en posicionamiento SEO, conviene identificar de forma correcta qué es Thin Content o qué puede llegar a categorizar un contenido de nuestra web como contenido de mala calidad.
En primer lugar, el contenido duplicado es un caso bastante obvio de Thin Content, dado que se expone a competir contra contenido original, con mayor antigüedad y que ya disfruta de calidad.
El contenido automático, en la mayoría de casos, es identificado como Thin Content dado que no tiene calidad, entendiendo por ello falta de coherencia en el texto, poca extensión y casi nula validez informativa para el usuario.
El contenido breve, si bien no es penalizable siempre que sea original, sí se le puede identificar fácilmente como de poca calidad, por lo que en lo que se refiere a posicionamiento SEO no nos será de ninguna utilidad. En estos casos, sin embargo, es a veces inevitable utilizar poco contenido para describir una página que, en la mayoría de los casos, no nos es de gran utilidad a nivel de marketing online.
Y, por último, las páginas sobreoptimizadas. Google insiste continuamente en que debemos escribir para el lector y no para su robot de búsqueda. Cuando se hace al contrario, con todos los recursos de posicionamiento SEO a nuestro alcance, creamos páginas que tienen una optimización forzada y excesiva, convirtiéndose así en contenido de baja calidad y penalizable.