En determinados casos la traducción de una web puede ser una estrategia comercial válida o incluso imprescindible. Ahora bien, tenemos varias opciones para afrontar esta acción, entre las que podemos sacar ventaja en cuanto a posicionamiento SEO.
Traducción automática – Posicionamiento SEO nulo
Hay herramientas online (Google tiene una de ellas muy sencilla de implantar), que permiten la traducción de la página con un solo clic. Dicha traducción no es la más óptima de todas, ni en términos lingüísticos, ni tampoco en posicionamiento SEO.
Por tanto, es un recurso que puede ser útil para aquellos casos en los que se identifique la necesidad de algunos usuarios de traducir la página web, sin que por ello se pretenda obtener una ventaja comercial o promocional. Su efecto en el posicionamiento SEO será prácticamente nulo.
Traducción literal – Posicionamiento SEO local
La mayoría de empresas escogen la opción de traducir el contenido con profesionales expertos en los idiomas interesados. Con ello conseguimos una traducción válida a nivel lingüístico, que podemos transformar en una oportunidad de posicionamiento SEO a nivel local, es decir, por aquellos mismos términos con los que nos posicionamos en nuestro idioma, pero en otros distintos.
Puede ser una estrategia válida para la comercialización de productos y servicios entre usuarios de distinta procedencia, que se encuentren en la misma ubicación geográfica, por ejemplo, para usuarios alemanes que viven en España.
Traducción personalizada – Posicionamiento SEO internacional
Si lo que buscamos es un posicionamiento SEO internacional, no nos va a ser tan útil la traducción literal. Es recomendable la combinación del trabajo de un experto profesional en posicionamiento SEO en dicho idioma, como también un traductor del mejor nivel, que pueda adaptar el contenido que desea expresarse a un estilo atractivo para estos usuarios.
Independientemente del contenido existente, esto puede ser fácilmente identificable en una página web de una empresa con clientes tanto españoles como de Estados Unidos. Es posible que la forma de ofrecer el contenido, de explicarlo o, incluso, de poner a disposición productos y servicios concretos, responda a necesidades distintas para los usuarios españoles y los estadounidenses.
La web en este caso suele ser algo distinta, no solo en contenido, sino incluso en ciertos aspectos gráficos, que se adaptan a los gustos de cada sociedad. Sin llegar a diversificar el dominio, puede ser hasta un entorno online diferenciado, en función del público local al que se dirige el contenido. Con ello también conseguiremos posicionarnos mejor por los términos que los usuarios de cada ubicación utilicen normalmente en el buscador local.