El rebote de una página web provoca muchos efectos negativos. En anteriores artículos hemos hablado de las estrategias más populares y globales con las que reducir la probabilidad de que este rebote se produzca. Sin embargo, también hay algunos trucos que podemos aplicar directamente en nuestra página web. Os contamos algunos de ellos en este artículo:
Minimiza las páginas legales
Estos últimos días se ha tenido que volver a invertir y reforzar la presencia de páginas legales y de los mensajes que están relacionados con ellos.
Algunas páginas se han esforzado considerablemente en presentar todos estos mensajes, hasta tal punto que incluso dificultan la usabilidad y navegación de la página web.
Debemos tener en cuenta que la normativa nos exige ciertos requisitos, no por ello debemos darle más protagonismo sobre lo que es lo más importante de todo, el contenido de nuestra página web.
Con esta estrategia cumplimos la normativa y facilitamos la navegación, reduciendo los rebotes que la información legal está provocando en muchos casos.
Reduce el grafismo innecesario
Si has identificado en un análisis de visitas hacia tu página web que hay rebotes en crecimiento, posiblemente el grafismo excesivo esté afectando a los usuarios. Puede ser a la usabilidad, a la velocidad de carga, a la simple lectura…
No será difícil identificar las páginas con mayor rebote y ver la relación con un uso de grafismo innecesario. Su reducción en cantidad y peso ayudará en el objetivo.
En un caso grave de rebotes, el rediseño web completo puede permitir afrontar este problema y aplicar soluciones de gran rentabilidad, que incluso motivarán el incremento de las visitas.
No fomentes los enlaces externos
Un rebote muchas veces se identifica como el regreso del usuario a la página anterior, pero también puede tomar lugar cuando se dirige hacia otra página. En muchas ocasiones, los usuarios aprovechan los enlaces externos de una página web como puente hacia otros destinos. No nos servirá para la contabilización de la visita este tipo de navegación.
En su lugar, debemos actuar sobre la usabilidad de nuestra página web. Toda la facilidad en la navegación debe dirigirse a páginas interiores, mientras que los enlaces externos, aunque visibles y funcionales, no deben motivar que los usuarios salgan sin regreso de nuestra página web.
Por tanto, se recomienda no incluir enlaces en los menús y, de hacerlo, que no sea en el principal. También es recomendable no presentarlos de forma destacable y solo ofrecerlos si de verdad son una referencia interesante tanto para nuestra página web como para nuestros usuarios.