Twitter lleva unas semanas informando de su estrategia para 2016 con el claro objetivo de tener más usuarios registrados y una mayor interacción en sus publicaciones. El resto de redes sociales hasta el momento no se habían pronunciado, pero hace pocos días Facebook ha contraatacado con algo realmente llamativo, la utilización de nuevos iconos de “me gusta”.
Los nuevos iconos incluyen las funciones de “me gusta” tradicional, “me encanta” con un símbolo de corazón, “me divierte” con una imagen divertida, “me alegra” con una cara sonriente, “me asombra” con una cara asombrada, “me entristece” con una cara llorando y “me enfada” en la que un emoticono aparece visiblemente cabreado.
Hay que tener en cuenta que la interacción de “me gusta” sobre una publicación supone un mejor posicionamiento dentro de la propia red social. Pero al mismo tiempo, una publicación que recibe mayor interacción en Facebook también supone directamente un mejor posicionamiento SEO en los resultados de búsqueda de Google.
Ahora, por tanto, lo importante va a ser motivar la interacción de los usuarios en base a estas nuevas “emociones” o “sentimientos” que pueden reflejarse con estas pequeñas caras en forma de emoticonos.
Visualmente el resultado es perfecto. Una mayor presencia de distintas tonalidades de color, cada una de ellas, es decir cada cara que refleja una acción, con el número de interacciones reflejado. Queda por ver todavía hasta qué punto se va a trasladar esta nueva opción de Facebook en los botones integrados dentro de una página web, ya que obviamente las reacciones sociales también influyen en el timeline de cada usuario. De esta forma, si se presiona “me gusta” en un contenido web, nuestros contactos pueden ver esa reacción nuestra en la red social, del mismo modo que sucede con el botón más explícito de “compartir”.
Por ello, la aparición de “a este contacto le enfada esta publicación” o “le encanta este contenido”, va a motivar seguro muchísimo más la interacción de los usuarios y el interés sobre dicho contenido, lo que a su vez supone más enlaces, más visitas y mayor duración del usuario prestando atención a ese contenido.
Sobre todo los emoticonos contrarios al “me gusta” tradicional como el triste o el enfadado, son los que van a permitir interacciones imposibles hasta el momento, ya que mucho contenido chocaba con el sentido lógico de “me gusta”, cuando su función era en esos momentos meramente de “me interesa”, pero que muchos usuarios preferían no seleccionar para no transmitir mensajes confusos.
En definitiva, un gran acierto de Facebook que, entre otras cosas, mejorará su presencia SEO y que traslada a las otras redes sociales el reto de cómo transmitir sentimientos a sus publicaciones. De nuevo, toma la delantera Mark Zuckerberg.